¿Sabe usted qué es un infarto cerebral?

Algunos nombres comunes de este padecimiento son embolia cerebral o apoplejía.
El término médico es enfermedad vascular cerebral (EVC) isquémica.

Es la causa más común de discapacidad duradera en adultos.

Es la 5a causa de muerte en nuestro país.

Aproximadamente el 80% de todos los EVC se debe a la obstrucción de las arterias que irrigan el cerebro (isquémicos). El resto se deben a sangrados (hemorrágicos).

La arterioesclerosis, es la responsable de causar las obstrucciones en las arterias en la mayoría de los casos.

Las arritmias cardiacas pueden provocar coágulos que obstruyen las arterias cerebrales.

¿Qué es un TIA o ataque isquémico transitorio?

Un TIA, o ataque isquémico transitorio, es un infarto cerebral “pequeño” o “mini infarto” que ocurre cuando se tapa brevemente la circulación cerebral sin dejar un daño permanente a quien lo padece.

Solo un 10 por ciento de las personas que presentan un infarto cerebral “mayor” o EVC isquémico tuvieron síntomas previamente.

Desgraciadamente los síntomas pueden pasar desapercibidos o presentarse mientras se está dormido.

Estos signos de alarma pueden durar solo unos cuantos minutos y luego desaparecer, o ser un aviso de un E.V.C. de mayores consecuencias.

Los síntomas de los infartos cerebrales:

  • Son claros y se presentan repentinamente.
  • Se desarrollan en pocos minutos o van empeorando conforme pasan las horas.
  • Hay adormecimiento o debilidad en cara, brazo o pierna (especialmente en un lado del cuerpo).
  • Se presenta súbita confusión, dificultad para hablar o entender.
  • Una repentina dificultad para ver con uno o con los dos ojos, visión doble o borrosa.
  • Puede presentar dificultad para caminar, mareo, pérdida del equilibrio o de la coordinación de manera súbita.

¿Cuáles son las consecuencias de un infarto cerebral?

Los efectos pueden variar desde leves hasta graves, incluyendo parálisis, dificultad para pensar, hablar, ver y en la coordinación motora. El mejor tratamiento para un EVC es la PREVENCION.

Cerca del 28% de los EVC son fatales.

Entre un 50% y un 70% de los sobrevivientes tendrán una discapacidad menor o presentaran mejoría.

Del 15% al 30% de los sobrevivientes quedarán con una discapacidad grave aún anos después del infarto cerebral.

Aproximadamente el 20% de los pacientes requieren atención institucional dados los altos costos que implica el cuidado de las secuelas.

¿Puedo prevenir un ataque cerebral?

Hay varios factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que usted tenga un ataque cerebral:

  • Presión arterial alta
  • Problemas cardiacos y arritmias
  • Diabetes
  • Colesterol alto
  • Fumar

La modificación de su estilo de vida y hábitos ayuda a reducir el riesgo de padecer esta enfermedad.

¿Cómo sé si estoy en riesgo de tener un infarto cerebral?

Si tiene uno ó varios de los factores de riesgo mencionados previamente y/o tiene 50 años ó más; requiere una revisión clínica y un ultrasonido doppler. Este estudio no invasivo permite visualizar las arterias en el cuello (carótidas y vertebrales) en busca de zonas de riesgo. De acuerdo a los hallazgos puede ser necesario hacer otros estudios complementarios.

¿Qué opciones de tratamiento existen?

Una vez detectada la existencia de una placa ulcerada, una zona inestable, una estrechez o estenosis crítica, especialmente en las arterias carótidas; se tomará en consideración los factores de riesgo y las condiciones del paciente para determinar la mejor opción de tratamiento.

Estas opciones son:

  • Manejo médico con antiagregantes plaquetarios tipo Aspirina® y Plavix® y medicamentos que reducen el colesterol y estabilizan la placa de ateroma.
  • Endarterectomía carotídea (cirugía abierta).
  • Angioplastía con stent carotídeo (cateterismo / terapia endovascular)
  • Bypass arterial

Endarterectomía carotídea

Es un procedimiento para tratar la enfermeda carotídea, una entidad que ocurre cuando depósitos de grasa y calcio se depositan en las arterias localizadas a cada lado del cuello (arterias carótidas). Esta placa de ateroma (aterosclerosis) puede restringir el flujo de sangre hacia el cerebro y/o ser fuente de pequeños émbolos. Al remover la placa causante de la obstrucción se puede mejorar el flujo de sangre hacia el cerebro y reducir el riesgo de un infarto cerebral (EVC isquémico).

Para realizar la endarterectomía carótídea se requiere de anestesia general. El cirujano vascular realiza una incisión en la cara anterior del cuello para exponer la arteria carótida. Una vez que se administra un anticoagulante, se interrumpe el flujo dentro de la arteria o se coloca un puente o “shunt” temporal que permita paso de sangre mientras se trabaja en la arteria. La arteria es abierta y la placa es removida, dejando una arteria de calibre normal y libre de ateroma. El cierre de la arteria se realiza suturando los bordes de la misma o colocando un parche de material sintético (angioplastía con parche) que amplíe aún más el diámetro de la arteria. Se retira entonces el puente o “shunt” temporal (si es que se utilizó) y se re-establece la circulación cerebral.

Este tipo de procedimiento se recomienda si usted ha presentado síntomas o si el porcentaje de estenosis es de 60 por ciento ó más.

Angioplastía con Stent Carotídeo

Es un procedimiento alternativo a la cirugía abierta (endarterectomía carotídea) para tratar la enfermedad carotídea. El objetivo de la angioplastía es ampliar las arterias carótidas con la finalidad de reducir el riesgo de un infarto cerebral. La enfermedad carotídea se presenta cuando se acumula grasa y calcio en el interior de estas arterias. Esto condiciona un estrechamiento que reduce el flujo de sangre hacia el cerebro o es fuente de émbolos.

El procedimiento se realiza bajo anestesia local. El Cirujano realiza una pequeña punción en la arteria femoral en la ingle, introduce una guía metálica y un catéter (tubo largo y delgado) para llegar a la zona estrecha en la carótida. Entonces se coloca un filtro de protección entre la zona a tratar y el cerebro, capaz de retener partículas que se puedan desprender durante el procedimiento. Se infla un balón en la zona estrecha ampliando su diámetro y posteriormente se coloca un stent, que es un armazón tubular metálico que evita que la arteria se estreche nuevamente. Todo el material utilizado, salvo el stent, es retirado del paciente. Usualmente el paciente es dado de alta al día siguiente del procedimiento.

Algunas indicaciones para realizar este procedimiento son:

Estenosis de 50 por ciento ó más y factores de riesgo como tabaquismo, mini infarto previo (ataque isquémico transitorio) o pérdida de visión repentina en un ojo (amaurosis fugax).

Estenosis de 70% ó más sin síntomas previos

Zonas de estenosis de difícil acceso por vía abierta

Desarrollo de un nuevo estrechamiento (estensosis) en una arteria ya tratada con endarterectomía o angioplastía.

Malas condiciones generales ocasionadas por insuficiencia cardiaca o problemas pulmonares, un cuello que recibió radiación, cirugías previas en el cuello o insuficiencia renal.

Ventajas de la Endarterectomía Carotídea

  • Este procedimiento ha pasado la “prueba del tiempo”. Se realiza, con algunas modificaciones, desde 1959.
  • Se tienen estudios a largo plazo de los resultados posterior a la cirugía.
  • Riesgo de desarrollar un nuevo estrechamiento (re-estenosis) menor al de la angioplastía con stent.

Ventajas de la Angioplastía con Stent Carotídeo

  • Permite el acceso a zonas no accesibles por cirugía
  • Menos molestias postoperatorias
  • Anestesia local
  • Menos riesgo de lesión de nervios, hematomas y dolor
  • Tiempo de recuperación menor